Real Time: interfaces artísticas para los flujos de datos
Arts Santa Mònica (Barcelona) acoge hasta el 10 de abril la exposición colectiva Real Time. Arte en tiempo real, que reúne el trabajo de los artistas Guillem Bayo, Clara Boj y Diego Díaz, Martin John Callanan, Grégory Chatonsky, Thierry Fournier, Varvara Guljajeva i Mar Canet, Rafael Lozano-Hemmer, Nicolas Maigret, Katie Paterson, Antoine Schmitt, Thomson and Craighead, Addie Wagenknecht y Carlo Zanni.
Comisariada por Pau Waelder, la muestra presenta una selección de obras de arte contemporáneo en las cuales el concepto de “tiempo real” tiene un papel principal, ya sea por el cuestionamiento de la relatividad del tiempo, el uso de los datos extraídos en tiempo real de Internet o por su intención de crear una visión actual, “realista” y siempre cambiante del tiempo en el que vivimos. Algunas de las obras seleccionadas se alimentan de la información que aparece constantemente en los medios de comunicación, mientras que otras extraen datos de diferentes fuentes, establecen un proceso de producción en tiempo real o bien proponen un cuestionamiento de nuestra manera de mesurar el tiempo y relacionarnos con el presente. Las tecnologías que usamos actualmente en nuestra vida cotidiana tienen un papel principal en estas piezas, un hecho que lleva las reflexiones sobre el tiempo a un ámbito muy próximo al espectador, que en algunos casos puede interactuar con la obra y en algunos otros lo hace sin saberlo.
Algunas de las obras presentadas en esta muestra emplean datos obtenidos en tiempo real de Internet, configurando interfaces artísticas que reconducen y recontextualizan los flujos de datos para ofrecerlos al espectador a través de una particular lectura. Por ejemplo, Martin John Callanan elabora en Departure of All un listado infinito de todos los vuelos que salen de los aeropuertos internacionales del planeta cada cinco segundos, mientras que Varvara Guljajeva y Mar Canet traducen el volumen de contenidos publicados por los usuarios de diferentes redes sociales en varias ciudades en el rítmico tic-tac de un conjunto de metrónomos. En cuanto interfaces, estas piezas añaden un significado, una cierta narración, a un conjunto de datos obtenidos de forma automatizada. De esta manera, introducen la posibilidad de pensar en la obra de arte como una forma de dar sentido a los flujos de datos y señalan la importancia del diseño de la presentación de dichos datos.