La revolución que supuso la proliferación de herramientas de autoedición en los años 90 transformó el panorama del diseño y la creación multimedia al facilitar a un nuevo cada vez mayor de creadores el acceso a herramientas profesionales de maquetación editorial, retoque de fotografías, edición de vídeo y un largo etcétera. En su libro Crowdsourcing. How the Power of the Crowd is Driving the Future of Business (Random House, 2009), Jeff Howe describe esta revolución y afirma que supuso un punto de inflexión en la distinción entre profesionales y aficionados:

“Estableciendo un patrón que se repetiría una y otra vez en los años siguientes, la autoedición puso el poder de la producción en manos del individuo […] Fue un pequeño pero irrevocable paso hacia la transición del poder creativo a las masas.” (Howe, 2009, p.82)

Adobe, una de las empresas que inició la revolución de la autoedición y progresivamente ha logrado dominar el mercado absorbiendo los productos de sus rivales, ha lanzado recientemente una plataforma que agrupa varias herramientas destinadas a proseguir con esta revolución de la autoedición. Esta vez, el poder creativo se traslada de los diseñadores y profesionales independientes a los consumidores finales.

Adobe Spark nace de reagrupar y rebautizar diversos productos bajo una nueva imagen con la intención de atraer directamente a los consumidores que quieren publicar sus historias en las redes sociales, editar vídeos o diseñar gráficos pero no pueden pagar los servicios de un diseñador o necesitan hacerlo de forma rápida y dinámica, sin necesitar la mediación de un profesional. Los programas Spark Post, Spark Page y Spark Video facilitan al usuario final unas serie de herramientas que le permiten crear gráficos, narraciones en la web combinando imágenes y texto o también vídeos de manera sencilla y con resultados muy próximos a los de un estudio profesional.

Este producto señala que Adobe ha detectado que cada vez son más las personas que eventualmente necesitan crear contenidos multimedia y difundirlos pero no tienen los conocimientos (ni la dedicación) para adentrarse en las complejidades de Photoshop, Illustrator o InDesign, por no mencionar el elevado coste de estos programas, que ha llevado a su difusión por medio de copias pirateadas. Las herramientas que ahora lanza Adobe buscan resolver problemas sencillos con aplicaciones fáciles de usar y también limitadas en cuanto a los productos que pueden generar. Un pequeño comercio que quiere dar a conocer sus productos o un particular que quiere difundir sus historias en las redes sociales no necesitan complejos programas con numerosas opciones, si no que buscan un modo de crear contenidos con unas características muy concretas, y para ello Adobe Spark facilita precisamente el tipo de composición o archivo que se adapta al formato empleado en las redes sociales y la web.

Spark se ofrece de forma gratuita pero seguramente incluirá una versión de pago con más opciones a medida que el producto se desarrolle y gane adeptos. De momento, puede decirse que las posibilidades de creación de contenidos que facilita son suficientes para la mayoría de usuarios. Gracias a una serie de plantillas, resulta muy fácil crear un diseño con aspecto profesional en el que la tipografía correcta ya está integrada así como los espacios para colocar imágenes y texto. A esto se suma la posibilidad de insertar clips de vídeo, fotografías, iconos y voces en off a fin de crear una completa narración lista para ser distribuida en las redes sociales. A fin de facilitar este uso, Adobe distribuye los programas en el entorno iOS, de manera que se pueda crear directamente desde un iPhone o un iPad en lugar de tener que emplear un ordenador de sobremesa.

Con Spark, Adobe no pierde a sus clientes diseñadores ni les boicotea, simplemente amplía su alcance hasta los propios usuarios facilitándoles una solución para un tipo de contenidos que normalmente no llegan a un estudio de diseño. La democratización de los medios de producción de contenidos claramente debe llegar al nivel del usuario individual, y aquí Adobe aprovecha este nicho para incrementar el número de clientes y sumarse a una tendencia que sin duda será habitual en los próximos años.