Un grupo de diseñadores e investigadores en psicología del comportamiento del Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT) ha desarrollado una fuente pensada para ayudar al lector a recordar los contenidos de cualquier texto.

Bautizada Sans Forgetica, esta fuente se ha creado partiendo del principio de la “dificultad deseable”, es decir que se trata de una fuente que hace que el texto sea más difícil de leer y por tanto obliga al cerebro a prestar más atención y desencadena procesos cognitivos más profundos que en última instancia resultan en una mejor retención de los contenidos en la memoria. Según señala la Dra. Janneke Blijlevens, una de las fundadoras del RMIT Behavioural Business Lab, las fuentes de uso más habitual (Arial, Helvetica, Times, etc.) tienen contornos que nos resultan familiares y por tanto no les prestamos especial atención. Esto implica que la fuente en sí es asimilada rápidamente por el cerebro y no ayuda a retener los contenidos. Al mismo tiempo, si una fuente es demasiado extraña, nuestro cerebro no puede procesarla y tampoco es recordada. “Sans Forgetica,” indica Blijlevens, “se sitúa en el punto exacto en el que se han vulnerado las suficientes normas de percepción para generar una retención de la memoria.” El equipo de investigadores desarrolló tres fuentes que progresivamente rompían con un mayor número de principios de diseño, y posteriormente las mostraron a un centenar de alumnos que se sometieron a tests de memoria a fin de determinar cuál de las tres versiones era más efectiva.  

El tipógrafo Stephen Banham, professor en la Escuela de Diseño de RMIT, colaboró con el equipo de investigadores en el diseño de la fuente, que se caracteriza por dos elementos principales que rompen con los principios de diseño de tipos de letra: 

• Uso de la cursiva con inclinación inversa (back slant): este recurso, que suele evitarse en el diseño tipográfico, se usa tan sólo para designar ríos en los mapas y por tanto resulta inusual. Esta característica llama la atención inmediatamente y fuerza una reacción cognitiva.
• Introducción de cortes en las letras: estos cortes, que pueden parecer aleatorios, responden en realidad a un estudio acerca de cómo reconocemos las letras a partir de sus contornos y tendemos a completarlas cuando no podemos verlas en su totalidad. Sans Forgetica aplica este principio para obligar al cerebro a prestar más atención a cada letra y ello desencadena una mayor retención de los contenidos.

En conjunto, la fuente obliga a dedicar una mayor atención al texto, lo cual facilita la concentración y también ralentiza la lectura, algo que a su vez conlleva una mayor retención de los contenidos. Los investigadores han destacado que este proyecto combina de forma exitosa los descubrimientos de la ciencia del comportamiento con los principios de diseño.  

Sans Forgetica está disponible para su descarga gratuita en la web de RMIT y también se puede emplear como una extensión del navegador Google Chrome que convierte cualquier texto en un sitio web a esta fuente, a fin de poder experimentar con textos reales y descubrir si su uso ayuda a retener los contenidos en la memoria.