Aprender de los diseñadores
Empezar una carrera en el mundo del diseño es una empresa bastante arriesgada e incierta, puesto que se trata de una profesión que requiere compaginar la creatividad con la resolución de problemas, el conocimiento de los estándares y las normas como la capacidad para romper moldes. Saber qué pasos dar y qué direcciones son las más adecuadas es tan complejo como lo es para un artista plástico decidir la orientación de su trayectoria artística. Según afirma Liz Danzico, directora del programa de Máster en Diseño de Interacción en la School of Visual Arts de Nueva York: “el acto de diseñar es siempre un acto de aprendizaje. Es un acto de aprendizaje para el diseñador y para la gente con y para quien diseña y experimenta.” El diseñador Khoi Vinh se propone aportar respuestas a las dudas que tienen los jóvenes diseñadores en su libro How They Got There, una publicación que, en lugar de mostrar trabajos hechos y carreras consolidadas, se plantea cómo llegan los diseñadores a construir su trayectoria profesional.
Vinh explora el mundo del diseño a través de entrevistas con catorce profesionales de diferentes perfiles, todos ellos relacionados con el diseño digital, a través de las cuales procura construir un perfil del diseñador y desmontar algunos mitos. Los entrevistados sob Dan Cederholm, fundador de SimpleBits y co-fundador de Dribbble; Alex Cornell, co-fundador de Firespotter Labs; Nicholas Felton, co-fundador de Daytum; Agnieszka Gasparska, fundadora de Kiss Me I’m Polish; Cemre Güngör, co-fundador del departamento de diseño en Branch; Erika Hall, co-fundadora de Mule Design; Naz Hamid, fundador de Weightshift; Karen McGrane, fundadora de Bond Art+Science; Wilson Miner, director creativo de The Factory; Jill Nussbaum, directora ejecutiva de diseño de productos e interacción en The Barbarian Group; Evan Sharp, co-fundador de Pinterest; Geoff Teehan, co-fundador de Teehan+Lax; Justin Van Slembrouck, director de diseño de Digg y Marcos Weskamp, director de diseño de Flipboard.
Las entrevistas adquieren tintes biográficos, a medida que Vinh procura extraer de las experiencias de cada entrevistado las claves para entender cómo se forma una carrera. En este enfoque no deja de estar presente el culto a la individualidad, tan habitual en la cultura empresarial estadounidense, aunque también se produce un acercamiento más personal a cada diseñador o diseñadora, que permite librarse de las presentaciones demasiado formales y los currículums perfectos. En sus narraciones, los entrevistados confiesan algunos errores, dudas y también lecciones aprendidas, dejando ver la vulnerabilidad e incerteza de sus trayectorias profesionales, en contra de la imagen de una carrera perfectamente planeada y ejecutada que suelen proyectar los sitios web de los estudios de diseño y las publicaciones destinadas a ensalzar el trabajo de ciertos profesionales.
El libro de Khoi Vinh no deja de ser una aproximación personal al mundo del diseño, en la que no encontramos una reflexión estructurada sobre la profesión ni tampoco unos consejos o directrices en el estilo de los manuales para estudiantes. Con todo, las entrevistas permiten una visión más auténtica del trabajo de una serie de diseñadores en activo, que revelan los entresijos de una profesión en la que, como afirma Vinh, “[todo] se está reinventando a sí mismo con la regularidad de unas elecciones presidenciales.” En un ámbito que requiere un aprendizaje constante y una capacidad de adaptación continua, no son siempre los principios fundamentales sino más bien las experiencias personales las que pueden servir de guía.